sábado, 27 de febrero de 2010

¡Menudo rodaje!

Que bien nos lo pasamos todos El Domingo, a que sí.

Bueno, para los que no estuvieron mejor me explico un poco. El pasado domingo 21 de febrero, nuestro querido amigo Álvaro nos sorprendió haciendo algo que no es habitual en él. No, no es a estar callado, ese día aún no ha llegado, pero llegará, tranquilos.

Si no que este productor en prácticas, no teniendo suficiente con lo que eso le acarrea, nos sorprendió con un guión. A algunos ya les sorprendió hace mucho, pero a los que allí aparecimos el domingo nos pareció, cuanto menos gracioso y valiente.

Lo de valiente con mayúsculas, ya que diecisiete personas en un salón, la gran mayoría actores, tener que coordinarlas sin tener ningún tipo de experiencia en la dirección. Ole, no se que habrá grabado, pero ole. Y sin ningún accidente, cosa también a tener en cuenta ya que siempre hay alguien que se le cae algo encima, pisa un cable y tira la cámara, o un foco. Porque atención, ¡hasta tenía acetato y todo para los focos! Muy profesional, si señor, muy profesional.

Menciones especiales.

Primero a Rober, el gran protagonista, que mono iba el con su traje y su sombrero, que tío que bien estaba en el papel, un acierto lo de la corbata roja. Como no, ese compañero de armas tomar, Javi, que al pobre le insistieron que se tenía que engominar el pelo, y medio quilo de espuma después teníamos a un integrante de los Manolos, muy grande. Y ese forense, que Rober le obligó a pasarse horas en cuclilas... ¡Para nada! Porque nunca salía en plano. Pero Nefta aguantó sin protestar... Perdón, eso último sí que lo hizo.

Mención muy especial a los/as nuevas. Que con papeles menores hicieron que la historia tomara el volumen que debía tener. A Laura, cada día más grande en sus apariciones delante de la cámara, y Luís, que poco a poco nos sorprende con más ganas y más gracia. Poco a poco, como decía, se van atreviendo a más y quien sabe si pronto serán protagonistas en una nueva cinta, creo que de hecho lo van a ser.

A estos primeros ya les conocéis, vamos con los realmente nuevos. A Milene pronto la podréis ver junto a Javi, otro debutante, en la última obra maestra de Neftalí. Pero Ana, Cristina, Ana Mari, Enrique, y el pequeño Carlos, son caras completamente nuevas que espero que pronto las volvamos a ver en sucesivos cortos. Hicieron un trabajo fabuloso y aguantaron como campeones la espera y lo largo que acabó siendo el rodaje.

No, no me olvido de ese equipo técnico que ayudo y trabajó como unos descosidos, invitados de excepción en la locura que se gestó el día de marras. Virginia, como no, siempre imprescindible en menesteres como la claqueta y poniendo en su sitio y de una manera magistral el croma (y a Rober, cosa muy importante), luego me confesó Álvaro que esperaba que actuara, bueno, cosas de las prisas, para el siguiente no se libra. Pero me refiero sobretodo a Lourdes, Gema y Dani, que aportaron su granito de arena, y hasta un potente tosido (anda que...), esperamos volverles a ver y que poco a poco se impliquen más, ya que no sólo hace falta actores y actrices, si no a gente que ayude con otras cosas que no se ven, pero que son de vital importancia.
Y no, no me he olvidado del fotógrafo, lo que pasa es que es tímido y no le gusta salir en internet, pero él se da por aludido y sabe que no le pongo por que no le quiera. Gracias a él tendréis un amplio reportaje fotográfico que pronto colgaré.

Acabó con el liante. Me ha confesado que está un poco nervioso por ver que saldrá de todo esto, pero me ha dicho que os diga que va a poner todo su empeño y su sapiencia (lo se lo se, poco va a aportar) para hacer el cortometraje que una mañana tan inolvidable como la que pasamos, se merece.

martes, 23 de febrero de 2010

De vergüenza

Aún no salgo de mi asombro y eso que lo consideraba una buena noticia, pero después de lo ocurrido sólo siento inquina hacia esos... Progres de pines de medio pelo y gomina barata, adictos a una fama que ni tendrán ni se la merecen. ¿Alguno de ellos se preocupó por unos pardillos que se arremolinaban delante del cine en donde ellos estaban? ¡No!, ¿para qué?, ellos están por encima de todo aquello, son dioses pertenecientes a un olimpo con fecha de caducidad.

Me cuentan Álvaro y Rober que el pasado viernes fueron a la esperadísima re-apertura de los Cine Luna, reconvertidos en Cineshock, para ver nada más y nada menos que una de las primerísimas películas de zombis de la historia, Demons, una pequeña obra de arte, llena de pústulas verdes que explotan sin cesar. Cinta de Lamberto Baba y de nuestro queridísimo Dario Argento. Puntualizo que en la página principal de Cineshock, aún está puesto que la entrada era libre hasta completar el aforo. ¿Nadie puede denunciar a estos señores por publicidad engañosa? Y recochineo, ya puestos.

Pues lo que se suponía iba a ser una noche divertida, viendo cuerpos deshacerse en zarpazos, se convirtió en una verdadera película de terror en donde los zarpazos los dió el frío implacable que cayó sobre los pobres que esperaban en la intemperie.

Gratis era la palabra que al principio más temían nuestros protagonistas, y es que en Madrid, en cuanto a algo le pones la etiqueta de gratis, se llena de gente, le guste o no ese tipo de cine o expresión artística. La cuestión es que nuestros aventureros llegaron a las 21:00 horas, una hora y media antes de la que se suponía iba a ser la reproducción de la cinta. Pues amigos, ya había una considerable cola.

Y para más INRI, ahí no había taquilla, acababan de poner los carteles hacía 15 min. (fuente Oscar, un colega de nuestra queridísima Reme), y no había información de ningún tipo. Pero se respiraba ambiente de fiesta y de buen rollito, aunque unas cámaras amenazaban la privacidad de nuestros héroes de leyenda. Cámaras de las que se valieron nuestros repudiados anfitriones para hacer una buenísima publicidad de una mentira más grande que su ego, si es que eso es posible.

Poco a poco fueran cayendo los minutos y los grados, que implacables hacían mella en nuestros aguerridos compañeros. Poco a poco se hacía más palpable que ahí no pasaría nada. Las luces se encendían y las entrevistas y las fotos se sucedían, pero de los que en la cola estaban, nadie suponía lo que, en breve, ocurriría.

El final de la historia, como os podéis imaginar, es triste, muy triste. Gente colándose en la fila que se ensanchaba cada vez más, grupos de amigos delante tuya que pasaban de ser tres a diez, se iban crispando los nervios, y eran las 22:30 y ahí nadie decía nada. Y cuando la turba no sabe que hacer, con los pies y las manos aporrean puertas. Nuestros amigos, en un alarde de valentía optaron por la mejor de las opciones: se largaron. Y ahí dejaron a un grupo (pequeño) de energúmenos haciendo alarde de sus virtudes.

Pero la mayoría de los energúmenos estaban dentro, de eso no había ninguna duda.
Han pedido disculpas y han dado las gracias a esas personas que estaban en la cola, cerca de cien perso... ¡¡¡Cien personas!!! Es decir, el sin nombre que escribió lo que se asemeja a una nota de prensa en facebook, ni se dignó en asomar el hocico, ni se molestó en documentarse para ver cuantas personas había esperando. Cien dice, valiente majadería. Eso sí, un maestro en borrar los comentarios.

La cola empezaba, obviamente en la misma puerta del cine, pasaba por la parroquia de San Martín, que ahí se estrechaba un poco y pasaban de diez personas de ancho a dos o tres, dejaba de lado la tienda de modelismo Model Reyna y se perdía en la esquina de la Calle Luna con la Calle de la Ballesta. ¿100 personas? Como no me gusta exagerar calcularemos unas quinientas, pero vamos, Álvaro y Rober que estaban a la altura de la pequeña iglesia, pensaban muy en serio que si la sala contaba con menos de 300 butacas, no entrarían.

La indignación ha recorrido toda la red, denuncias como la que yo hago hay en infinidad de blogs, comentarios y post, se han creado grupos en facebook y demás redes sociales que hablan sobre semejante atropello. Tardaría una eternidad en poner todos los enlaces. Las disculpas de estos señores no han hecho más que ser gasolina para suscitar todo tipo de comentarios, que porque no decirlo, esa noche se los ganaron a pulso.

Las posturas están claras, pero, ¿volverá la gente a Cineshok? Ya os contesto yo, es gratis, así que dadlo por hecho, viva el borreguismo y yo ya he empezado a balar.

PD: Son muy listos también estos señores, y si véis diferentes publicaciones os percataréis que han ido cambiando progresivamente cosas como que sólo se entraba con invitación donde ponía que era gratuita la entrada, o como en la nota de prensa de facebook, en donde ponía antes cien, ahora pone cientos. Pero qué listos que somos, qué buena publicidad les estamos regalando.

jueves, 18 de febrero de 2010

Una critica buena por favor!!

Hace ya unas cuantas entradas os comentábamos que íbamos a participar con el corto La Luz Marchita en el concurso de SHOTS. Pues bien, ya nos han colgado el cortometraje. Todos todos, gritad: BIEEEEEENNNNNN, así la gente lo podrá ver.

Sí sí, ver, y poner a caldo. Vale, son sólo dos comentarios, pero no dicen nada agradable. Sobretodo, la parte que más me gusta es la de: Bueno, al menos dura poco.

No haré comentarios acerca del comentario en cuestión, estamos en un país libre y la libertad de expresión debe campar por sus anchas por donde quiera que discurra.

Pero en definitiva, que a mi por lo menos, me ha hecho mucha ilusión, a ver si podemos mandar alguno que otro más y así recibir más críticas, sean de la índole que sea.

martes, 9 de febrero de 2010

El maestro

No entraré a decir lo mucho que siento no poder escribir con toda la asiduidad que me gustaría, ya que, de una manera u otra todos sabéis por los momentos que paso, y bueno, por los momentos que podemos estar pasando todos. Así que no me dilataré en este dislate.

Pero si quiero hacer mención a la fuerza soberana que me ha producido el hecho de que ahora, a esta santa hora de las 23:37, haya salido como un resorte de mi acolchado sofá y me haya puesto como un auténtico poseso a escribir estas líneas que aquí os muestro.

Un amigo, un buen amigo, que tampoco está pasando por el mejor de sus momentos me llama para contarme, pues que te puede contar un gran amigo, pues todo y nada. Y te habla y te habla y cuando se despide te suelta la frase: ¡Eh! Pon la dos corre, a ti que te gusta eso del cine, que está alguien hablando sobre unos decorados de como los pinta. Yo, en mi total y absoluta vaguería le digo con una sonrisa burlona que sí, que ahora mismo lo pongo, sabiendo que no quería bajar las piernas de encima de la mesa, ni privar a mi padre de su dosis televisiva, ni muchisimo menos levantarme de tal magnífico sillón en el que se hallaban mis posaderas.

Pero tal fue su insistencia que, como el diría, las cosas tienen un sentido y por eso ocurren -siempre discreparé-, perezoso y con las piernas renqueantes me encamino al sofá y sólo digo: Papa, que ahora te la dejo donde estaba, déjame ver un segundo una cosa.

Una hora después aquí me tienen, escribiendo con profusión y devoción estás letras y habiendo dejado a mi pobre padre maravillado y triste por lo que acabábamos de ver.

Voy voy, no seáis impacientes, ya os lo cuento.

Vimos un documental sobre Emilio Ruiz del Río. Seguramente a algunos de los que por aquí me siguen sabrán de sobra quien es, pero, al igual que un servidor, habrá muchos que no tenga ni repajorela idea de quien es.

Pues es... No se, como resumirlo, quizás como acertadamente pongo en el título de esta entrada, es El Maestro. También podría decir que es la persona que yo siempre he querido ser. Ahora, querido Rober, si rescatas una conversación años atrás que tuvimos entre estúpida y transcendental, te acordarás de las palabras que siguen. Ahora, como decía, tengo dos ídolos, Ernest Shackleton y Emilio Ruiz del Río. Por desgracia para mi, ahora que por fin idolatro a alguien, nunca podré hablar con ninguno de los dos. Soy antojadizo, lo se.

Algún día hablaré del primero, ahora toca a mi recién coronado mito.

Para ir abriendo boca diré que tiene tres Goya, de las nada más y nada menos que diez veces que estuvo nominado (y eso porque el es anterior a los premios), ningún Oscar que ahora se me antoja injusto, que es considerado el mejor en la pintura sobre cristal y, bueno, no me voy a poner a relatar todas las partes de su biografía ya que unas personas muy competentes lo han hecho y además muy bien.

Quiero resaltar de esta persona, de este grandísimo profesional, ojalá pudiera decir algo sobre su persona porque después de muerto todos somos estupendos y fantásticos y no quiero caer en falacias. Como iba diciento, quisiera resaltar unas características que me han dejado maravillado y que me recuerdan porque yo, o más bien todos los que hacemos los cortos que podéis ver, nos hemos metido en esta aventura.

La primera la ilusión, por supuesto, una característica que tiene que predominar por encima de todo lo demás, y ya no sólo en el mundo del cine, si no también en cualquiera de los ámbitos. Pero seré más conciso diciendo que hablo de la ilusión nunca perdida. La avidez de sus palabras, de sus gestos, el amor en el trato de su trabjo, que decir lo que transmitía cuando recordaba sus trabajos. El entusiasmo de un chaval cuando va a rodar su primera escena. Digno de alabar y de no olvidarlo jamás.

Y la otra característica es... El cine por el cine. El cine por el cine, si no he oído en el documental hasta 6 veces esa frase, no la he oído ninguna. He tenido que decir en un momento, pero bueno, ¿es que este hombre ha inventado el cine?

No, ha hecho una cosa, en mi humilde opinión, más importante aún. El recordarnos en que consistía el cine. Lejos de las grandes maquinarias tecnológicas, a años luz de los grandes presupuestos, él, con un cordel, un cristal pintado (muy bien pintado) y cuatro cosas que podemos encontrar en casa, creaba como el ejercito salía de las cuevas y atravesaba el desierto para ir a combatir. Sin ordenadores, sin cromas, simplemente con pintura, maquetas y... Y una imaginación tan desbordante y aguda como su ingenio.
Me encantan las maquetas, he de confesarlo, de pequeño hice unas cuantas, pero como todo, fue una fase de mi vida. Cuando me metí, bueno, cuando Rober me engatusó para que le acompañara en este lío (todavía le sigo dando las gracias), todo iba a ser así, con maquetitas, simulando coches, ciudades, rascacielos, etc. Cuando veo que alguien como Emilio ha sido capaz de acuñar esas dos pasiones y hacer de eso su vida, me entra una sensación realmente extraña.

Creo que es una sana y enorme envidia.

Emilio, estés donde estés, si tienes internet y puedes leer esto, gracias, de todo corazón.