A parte de las divagaciones gratuitas que se me puedan ocurrir sobre porque no he escrito más a menudo, lo que hoy quiero deciros, pequeños seres y entes de otras dimensiones, es sobre lo complicado que es hacer buen cine.
No hace mucho, en el 20minutos, se publicaba una noticia referente a ciertas filmaciones subida de tono (o mejor dicho, tono no tiene) que se mostró en el Festival de Sitges. Esta película, como podéis leer en el artículo del citado periódico, son snuff movies o si no llegan a tanto son, películas cuyo contenido sexual y violento son (o deben ser porque ni las he visto ni las veré) cuanto menos explícito.
Digo y pienso que no las veré porque soy de la opinión que para hacer entretener a la gente no es necesario llegar a tales

A parte del hecho inherente de que hay a muchas personas que le gustan este tipo de filmaciones, no voy a entrar en ese espinoso campo. Ni tampoco del hecho de que, al tiempo que existen infinidad de géneros cinematográficos, estoy convencido que tiene que haber de todo, y como tiene que haber de todo y para todos los gustos, este tipo de películas tienen que existir. Lanzo una pregunta. ¿Estoy equivocado? Es decir, soy tan obtuso que no entiendo este... ¿arte? Realmente creéis que es necesario cruzar la línea de lo moralmente correcto para hacer buen cine.
Es muy probable que tenga idealizado a Tambor, Gruñón y a la pequeña y dulce Chip.
¿Y dónde está la línea de lo moralmente correcto?
ResponderEliminarSí sí, si quizás eso sea lo más complicado de todo, pero hay algunas películas que puede que hayan pasado o no esa fina línea, dependiendo quien lo mire.
ResponderEliminarPero una película como ésta, que la rebasa ampliamente la pongas donde la pongas, no veo la justificación por ningún lado. Hay hasta la violación de un bebe. Demasié.
Por supuesto si se quiere ver habrá que ir a las salas X, porque si ya catalogaron como X la peli Saw, ésta por supuestísimo.