El fallecimiento el pasado 24 de noviembre del grandísimo Tony Leblanc a los 90 años de edad fue otra de las razones por las que quería volver a retomar este blog. Soy consciente de que estas líneas que a continuación escriba sobre este gran cómico serán pocas para todo lo que me gustaría ofrecerle. A parte de un sin fin de agradecimientos por las actuaciones que nos regaló, a título personal quiero darle las gracias por hacerme sentir casi como una obligación el dedicarle una entrada y por tanto tener que volver a sertarme delante de la pantalla de mi ordenador para recuperar este hábito ya perdido.
El gran Tony Leblanc al que la muchachada le recordará siempre por sus papeles en la saga Torrente, tiene en su haber más de 60 películas, innumerables apariciones en televisión y otras tantas obras de teatro. Es y será uno de nuestros grandes cómicos, sus actuaciones al lado del no menos importante Antonio Ozores se han quedado grabadas en la retina de los que ya tenemos cierta edad.
Hizo películas de renombre, digo lo de renombre no por su calado en la historia del cine, si no por sus títulos tan ocurrentes, algunos de ellos son, Manolo guardia urbano, Los económicamente débiles, Los pedigüeños, Ligue story, o Tres suecas para tres Rodríguez.
Aquí os dejo con un fragmento de una película que de pequeño me encantó y cuando la he vuelto a ver de mayor me sigue gustando, El astronauta. Además he de decir que cuando mis compañeros rodaron el corto de Cosmonauta, esbocé una ligera sonrisa porque de manera muy soslayada me recordaba a esta película.
Te echaremos de menos.
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Era uno de los grandes. Pero nos quedará su filmografía.
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