Noche Friki

Podría empezar preguntado que cosas se os ocurrirían hacer por la noche, pero como la imaginación en ocasiones es muy malsana y el idioma español cuanto menos rico, vamos a olvidar ese ataque de inocencia que he tenido y directamente vamos a ir al grano.

Nosotros, creadores de CORRUPTION PRODUCTIONS, muy de vez en cuando, por desgracia cada vez más de vez en cuando, solemos juntarnos para hacer un visionado de películas, cortometrajes, y ya de paso llenarnos el buche de unas ricas viandas.

Esto suena muy bien y seguro que si lo vuelvo a releer diría que me ha quedado hasta bohemio, si no fuera de que es una verdad a medias. Sí que es cierta la parte que digo que nos juntamos a ver películas, pero lo cierto es que no son cualquier película. Me gustaría decir que son de los, entre muchos, impresionantes Igmar Bergman, François Truffaut o de Luis Buñuel. No no, queridos amiguitos, nosotros, en esas noches calidas y normalmente tirados en el suelo, prestos a mondarnos de risa; nos metemos entre pecho y espalda películas de lo peor. Calificadas por la crítica de lo peorcito del mundo mundial o clásicos defenestrados por su poquísima taquilla. No son películas como las del gran Ed Wood, que luego han sido mitificadas. Películas que aunque muy avanzadas para su tiempo luego… Tampoco tuvieron eco en la historia del cine.

En eso consisten las noches frikis, en partirse de risa con películas como Dark Star de John Carpenter, o La Noche del Terror Ciego de Amando de Osorio. Verdaderas joyas, a nuestra manera de ver.

Las noches frikis es una expresión más de nuestro insaciable apetito a ver películas, la figura que genera la curiosidad de nuestro cerebro por estimularse creativamente con las que son verdaderas joyas cinematográficas.

Esto lo digo basicamente para salvarnos el pescuezo, pero ha decir verdad e independientemente de si alguno de nosotros tenemos la desvergüenza de decir que esas películas son fabulosas – me fascino Dark Star, lo reconozco -, lo que hacemos cuando nos juntamos a ver esas películas, en ocasiones no son más que fruto de un inherente masoquismo, unas ganas terribles de hacer que nuestras retinas se derritan y nuestras neuronas se tambaleen en un intento desesperado de entender que demonios es eso que sale de la pantalla del televisor.

Bueno, ya vale de lapidar de manera exacerbada esas cintas. Pero, ¿son tan malas como digo? Os preguntaréis.

Para eso se hicieron lo colores. Pero lo que sí os puedo contar son las cosas que tienen en común, que son el verdadero porqué de su visionado. Son, por ejemplo, el bajisimo presupuesto, unos efectos pobres pero diferentes, en pocas palabras, mucha mucha ilusión y muchas muchas ganas de hacer algo de eso que llaman el séptimo arte, algo con lo que decir con el tiempo con una sonrisa burlona en la cara: eso lo hice yo.

Fiel espíritu del que está impregnado este colectivo.

De todas maneras y para que os prodiguéis en estas lides vamos a abrir una nueva sección que, como podéis adivinar, se va a llamar tal cual, 'Noches frikis'. Ahí podréis probar varias cosas. La primera, que se nos pasa por la cabeza a la hora de ver esas... Cosas; segunda, si seréis capaces de ves ese film hasta el finel; y tercera, que quiere decir que me gusten esas películas. Aunque a esto último te puedo contestar yo, y no es otra cosa que eres un firme candidato a pertenecer a esta nuestra parroquia.